En 1965 su esposo la deja, quedando sola con su hijo en una situación económica y emocional muy comprometida, que la afectaría de por vida.
Yo no dejé ese matrimonio. Él me dejó. Me abandonó con Fabián, con mi chiquito (...) Una chica tucumana se casa para toda la vida. Eso me destruyó.Mercedes Sosa.
Mercedes Sosa se trasladó a Buenos Aires, una ciudad a la que amó y que terminaría considerando suya («para mí, aquí es Buenos Aires»). Allí grabó el segundo disco Canciones con fundamento, que al igual que su primer álbum, pasó inadvertido, pero que en el futuro se volvería el disco exponente del Nuevo Cancionero.
Pero fue en ese mismo año de 1965, poco antes de cumplir 30 años, que Mercedes Sosa alcanzó la consagración popular de manera impensada. Se desarrollaba la quinta edición del Festival Folklórico de Cosquín, que se había convertido en el centro del boom del folklore en Argentina, cuando el músico Jorge Cafrune, por iniciativa propia y en contra de los deseos de los organizadores, hizo subir al escenario a Mercedes Sosa, de entre el público donde se encontraba, presentándola con las siguientes palabras:
Yo me voy a atrever, porque es un atrevimiento lo que voy a hacer ahora, y me voy a recibir un tirón de orejas por la Comisión, pero que le vamos a hacer ―siempre he sido así, galopeador contra el viento―. Les voy a ofrecer el canto de una mujer purísima, que no ha tenido oportunidad de darlo y que como les digo, aunque se arme bronca, les voy a dejar con ustedes a una tucumana: Mercedes Sosa.Jorge Cafrune, Cosquín, enero de 1965.
Mercedes subió al escenario y cantó Canción del derrumbe indio de Fernando Figueredo Iramain, acompañada solo por su bombo.Contrastando con la discriminación política, social y étnica a la que fue sometida por las autoridades, el público estalló en aplausos y vivas aún antes de que finalizara la canción, convirtiéndola en la sorpresa del festival:
Yo estaba en el ’65, cuando subió Mercedes Sosa a este escenario, invitada por Jorge Cafrune. Me acuerdo que Mahárbiz decía: «¿Quién es esa mina, con esa pinta de sirvienta? ¿Qué hace acá?» Y Mercedes se abrió paso, y encima conCanción del derrumbe indio, que ―con ingenuidad o no― es un canto sobre la conquista española.Marcelo Simón.
Yo siempre tuve problemas con la comisión, no sé por qué... En ese tiempo porque era comunista, sigo siéndolo, pero por entonces era mala palabra. Canté con una cajita, nomás. Tuve un éxito muy grande, y ahí ya me contrató la Philips para grabar. Fue una actuación muy importante en mi carrera. Es más, fue la definitiva.Mercedes Sosa.
El éxito de Cosquín le significó de inmediato un ofrecimiento del sello PolyGram para grabar un álbum ―su tercero― que salió en 1966 con el título de Yo no canto por cantar, con el que alcanzó una fama que nunca la abandonaría. El disco tiene en su portada un retrato de Carlos Alonso ―pintor mendocino adherente al Nuevo Cancionero― e incluye las bellas canciones «Zamba para no morir» (“Romperá la tarde mi voz...”, de Hamlet Lima Quintana) y «Zamba azul» (“Como un limpio amanecer era tu pollera azul...”, de Armando Tejada Gómez y Tito Francia.
En 1967, hizo una exitosa gira por los Estados Unidos y Europa. En 1968 lanza Con sabor a Mercedes Sosa con «La añera» (“Cuando se abandona el pago... tira el caballo pa’lante y el alma tira pa’trás”) de Arsenio Aguirre y Atahualpa Yupanqui, y «Al jardín de la República» (“Desde el norte traigo en el alma”) de Virgilio Carmona, un tema dedicado a Tucumán su provincia natal, con el que siempre se la identificaría.
En 1970 incluye en su disco El grito de la tierra el tema «Canción con todos» de Armando Tejada Gómez y César Isella, que ha sido considerado el himno no oficial de América Latina. En el mismo álbum se incluyen otras dos canciones de gran importancia en su repertorio como «Duerme negrito» (de Atahualpa Yupanqui) y «La pomeña» (de Gustavo Leguizamón y Manuel J. Castilla).
Sobre el cambio de década publicó tres discos conceptuales en colaboración con el compositor Ariel Ramírez y el letrista Félix Luna: Mujeres argentinas (1969), Navidad con Mercedes Sosa (1970) y Cantata sudamericana (1971), incluyendo en el primero la zamba«Alfonsina y el mar» y «Juana Azurduy».). Por esa época lanzó con su voz la obra de los compositores tucumanos Pato Gentilini, el Chivo Valladares y Pepe Núñez, inmortalizando canciones como «Tristeza» de los Hermanos Núñez.
Gracias a la Vida
En la primavera de 1969 realizó su primera presentación en Chile. Simultáneamente grabó un disco simple dedicado a dos autores chilenos: en el lado A, «Gracias a la vida» (de Violeta Parra) y en el lado B, «Te recuerdo Amanda» (de Víctor Jara).
En 1971, en coincidencia con el gobierno de Salvador Allende en Chile, grabó uno de sus álbumes más destacados, Homenaje a Violeta Parra, en tributo a la cantautora chilena, donde vuelve a incluir «Gracias a la vida» y otros temas como «Volver a los 17» y «La carta» ―con Quilapayún―, alcanzando un notable éxito en toda América Latina. Se trata de uno de sus mejores discos y de una interpretación consagratoria tanto para el canto de Mercedes Sosa, como para las canciones de Violeta Parra. El álbum se inicia con un recitado de fragmentos del poema «Defensa de Violeta Parra», que su hermano Nicanor Parra escribiera dos años antes de que Violeta muriera. Sorprendentemente, Mercedes moriría un 4 de octubre, día de nacimiento de Violeta. Isabel Parra, hija de Violeta y notable cantautora ella misma, ha dicho que siempre le «pareció natural que Mercedes cantara a Violeta porque Violeta hubiera hecho lo mismo con Mercedes. Se hubieran querido y se hubieran entendido y se hubieran digamos regocijado una a otra de lo que significa meterse en el arte popular y en el canto comprometido, en el canto revolucionario».
En 1972 lanza Hasta la victoria, con temas como «Balderrama» y «La arenosa» (de Leguizamón y Castilla) y «Los hermanos» (de Yupanqui).
En 1973 se produce el golpe de estado de Augusto Pinochet en Chile y Mercedes Sosa jura no cantar en ese país mientras la dictadura permanezca en el poder. Ese año saca el álbumTraigo un pueblo en mi voz, con temas como «Cuando tenga la tierra» (de Daniel Toro y Ariel Petrocelli), «Triunfo agrario» (de César Isella y Armando Tejada Gómez), «Si un hijo quieren de mí» (de Ariel Ramírez y Juan L. Ortiz), y dos poemas musicalizados del poeta peruano César Vallejo.
En 1974 la cantante de protesta estadounidense Joan Baez visita la Argentina y en su recital canta, a dúo con Mercedes Sosa, Gracias a la vida. Ese año Báez había publicado un álbum en español titulado precisamente Gracias a la vida, canción que conoció por la versión de Mercedes, de 1971, y que popularizó entre el público de habla inglesa.
En 1975 publicó el álbum A que florezca mi pueblo donde incluye «Chacarera de un triste» (“¿Para qué quiero vivir con el corazón deshecho...?”, de los Hermanos Simón, «Cuando estoy triste» (“Cuando estoy triste lijo mi cajita de música...”, un poema de José Pedroni musicalizado por Damián Sánchez) y «Se equivocó la paloma» (un poema de Rafael Alberti musicalizado por Carlos Guastavino en 1941). Ese mismo año realiza su primera actuación en España, durante la dictadura franquista, en un recital realizado en el Palacio de los Deportes de Barcelona, del que el gobierno prohibió que se realizara publicidad. Pese a ello el lugar se colmó y la gente coreó sus canciones, hasta el punto de conmoverla y hacerla llorar de emoción.
Persecución Política
Simpatizante de Perón en su juventud, apoyó las causas de izquierda política a lo largo de su vida, afiliándose al Partido Comunista en la década de 1960. Tras el golpe de estado del 24 de marzo de 1976 fue incluida en las listas negras del régimen militar y sus discos fueron prohibidos.
En 1976, recién instalada la dictadura, lanzó Mercedes Sosa, la mamancy, donde incluye el «Poema n.º 15» de Pablo Neruda (“Me gusta cuando callas porque estás como ausente...”, de su famoso libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada) musicalizado por Víctor Jara. También incluye Drume negrita del cubano Bola de Nieve.
Mercedes Sosa trató de permanecer en la Argentina pese a las prohibiciones y las amenazas, hasta que en 1978, en un concierto en La Plata, fue cacheada y detenida en el propio escenario y el público asistente arrestado.
El hecho ha sido relatado por una admiradora llamada como ella Mercedes, que asistío al concierto y dejó el siguiente mensaje en la página oficial de Mercedes Sosa poco después de su muerte:
La única noche que estuve presa fue después de un recital tuyo en La Plata, en el viejo Almacén San José. Te habías entusiasmado y cantado canciones no permitidas, habías abierto las ventanas para que escuchen los que no podían pagar. Estábamos todos eufóricos. Pero llegaron ellos con sus armas, haciendo por fin visible lo que sabíamos que pasaba. Nosotras en fila en el patio, apuntadas, aterradas; vos, tal vez con tu propio miedo, en una oficina donde te hacían escuchar los temas que cantaste, mostrándote tu desobediencia. A las seis de la mañana, consideraron que ya nos habían dado la lección y salimos al sol. ¿Sabés qué? Valió la pena. Si estás cansada, que tu partida sea en paz. Sabremos entender.Mercedes.
Se exilió en 1979: primero en París y luego en Madrid.
Durante la dictadura militar y mientras se encontraba censurada lanzó varios álbumes, destacándose Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui (1977), uno de sus álbumes más logrados, y Serenata para la tierra de uno (1979), tomando como mensaje la canción del mismo título de María Elena Walsh: «Porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy». También en 1977 Mercedes grabó un simple con dos canciones de Milton Nascimento: Cio da terra (con Chico Buarque) ySan Vicente (con Fernando Brant). Inició así la costumbre de incluir canciones brasileñas, una costumbre inhabitual en la música hispanoamericana de ese entonces; algunas de ellas se convertirían en clásicos de su cancionero, como María María (también de Nascimento y Brant) que estrenaría al volver a la Argentina en 1982.
En 1981 graba en Francia el álbum A quién doy, con la dirección musical y artística de José Luis Castiñeira de Dios, quien aportó un sonido renovado y un enfoque latinoamericano del repertorio que influiría decisivamente en el canto de Mercedes Sosa desde entonces. El título está tomado de la canción de Julio Lacarra con que se inicia el álbum, referido al exilio (“A quien doy las cuerdas de mi guitarra, para que no suenen tristes a la hora de mi adiós”). El álbum incluye otras canciones llenas de tristeza por el exilio, que permanecerán en su repertorio habitual, como «La flor azul» (“Dile, dile chacarera a esa flor azul, que de noche yo la busco por la Cruz del Sur”, de Mario Arnedo Gallo y A. R. Villar), «Cuando me acuerdo de mi país” (“Cuando me acuerdo de mi país, me escribo de sal, me atraso de bien, me angustio de tren, me agrieto de mar, me enfermo de andén”, del chileno Patricio Manns), y el clásico tango «Los mareados» (“Esta noche amiga mía, el alcohol nos ha embriagado, qué me importa que se rían y nos llamen los mareados”, de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo, el primer tango grabado por la cantante). A quien doy fue lanzado en Argentina con un repertorio diferente del original publicado en Francia, ya que la censura no admitió que se difundieran «Sueño con serpientes» (del cubano Silvio Rodríguez), «Fuego en Anymaná» (de César Isella y Armando Tejada Gómez), ni «Gente humilde» (de Garoto, Vinicius de Moraes y Chico Buarque).
El exilio fue muy doloroso para Mercedes Sosa. Su segundo esposo, Pocho Mazitelli, había muerto el año anterior, en 1978 y ella ha contado que en ese momento llegó a pensar en suicidarse.
Regresó a Argentina en 1982 y realizó una serie de famosos recitales, pero debió volverse a exiliar cuando se enteró que uno de los genocidas, el almirante Carlos Alberto Lacoste preguntó: «¿Quién dio permiso a Mercedes Sosa para estar en mi país?».Recién podría volver a radicarse en su país en 1984, una vez que la democracia fuera recuperada.
En 1983 participó junto a otros destacados músicos latinoamericanos en el histórico Concierto por la Paz en Centroamérica en solidaridad con el gobierno sandinista de Nicaragua, amenazado en ese momento por las acciones de los Contras sostenidos desde Estados Unidos. El concierto fue registrado en un álbum titulado Abril en Nicaragua, que Mercedes Sosa cierra con «Solo le pido a Dios» (de León Gieco) y «Cuando tenga la tierra» (de Daniel Toro y Ariel Petrocelli).
Imágenes
Mercedes Sosa, Felix Luna y Ariel Ramirez
Violeta Parra
Portada de su Segundo Álbum: ''Hacia La Victoria''
Horacio Guarany y Mercedes Sosa: ''Si Se Calla El Cantor''
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