sábado, 25 de agosto de 2012

Mercedes Sosa (Parte IV)

Ultimos Trabajos


El 28 de enero de 1997 Mercedes Sosa cerró el Festival de Cosquín incorporando a Charly García, uno de los emblemas del rock argentino. El hecho fue motivo de discusiones entre quienes sostienen una versión más acotada de la música folklórica y aquellos que la visualizan más relacionada con los diversos géneros que integran la música popular. Ambos artistas interpretaron «Rezo por vos», «Inconsciente colectivo», «De mí» y la versión rockera de García del «Himno nacional argentino» y recibieron una ovación, conformando una de las noches históricas del festival. Mercedes Sosa por su parte anunció en ese momento su decisión de no volver a Cosquín, agotada por las polémicas:
Cosquín se acabó para mí. Estoy cansada de las polémicas, y de esta relación amor-odio con Cosquín. Es verdad que la gente me quiere mucho, pero cada vez que venía tenía que estar rindiendo examen y ya estoy un poco cansada de eso.
Mercedes Sosa.
Mercedes Sosa y Charly García mantuvieron una estrecha relación de amistad y grabaron ese mismo año de 1997 el álbum Alta fidelidad, enteramente dedicada a las canciones del rockero. Al finalizar la grabación Mercedes fue afectada por una depresión aguda la llevó al borde de la muerte durante varios meses.
Le llevó casi un año recuperarse. El disco de aquel regreso se tituló Al despertar y fue producido por el Chango Farías Gómez, uno de los músicos claves del boom del folklore argentino, ganando el Premio Gardel al Disco del Año. El disco incluye dos canciones dedicadas a ella: «Almas en el viento» ("Si no hay palabras en tu dolor, yo seré el canto, seré tu voz", de su pianista Popi Spatocco) y «Al despertar» (de Peteco Carabajal), que da título al álbum. Se incluye también el tema «Indulto» de Alejandro Lerner, una crítica a las leyes de impunidad que cerraron los juicios por crímenes de lesa humanidad. Volvió a dar conciertos multitudinarios en la Argentina y volvió a girar por el mundo.
En 1999 Sosa grabó la Misa Criolla de Ariel Ramírez, una famosa obra de entrecruzamiento entre música académica y folklórica argentina, dedicándosela a su madre. Más allá de lo artístico, el hecho llamó la atención debido a la condición de agnóstica de la cantante. Mercedes aclaró entonces:
Durante toda mi vida las dos hemos tenido respeto: mi madre por mi ideología, y yo por su creencia religiosa. Nunca ella me ofendió a mí ni yo ofendí a mi madre, ni a ningún creyente. Nunca jamás canté ninguna canción en contra de Dios, y creo que eso fue gracias a mi madre. Por eso la dedicatoria.
Ese mismo año de 1999 realizó un recital junto a Luciano Pavarotti en el estadio del Club Boca Juniors de Buenos Aires en el que cantaron a dúo dos temas: «Caruso» (de Lucio Dalla) y la canzonetta napolitana «Cuore ingrato».
En 2001 grabó Acústico en el Gran Rex, un disco en vivo. Ese mismo año actuó en Israel por primera vez, volviendo a presentarse en 2008, siendo especialmente recordada por haber cantado en hebreo «Livkot lejá» (‘llorar por ti’), de Aviv Guefen, en memoria del asesinato de Itzhak Rabin.
En 2002 ideó junto a sus amigos León Gieco y Víctor Heredia Argentina quiere cantar. Mercedes ha dicho que, de los artistas famosos, ella solo mantuvo una amistad profunda con León Gieco, Víctor Heredia y los integrantes del conjunto chileno Inti Illimani. Las presentaciones incluirían varias giras por el país. Entre 2003 y 2005 tuvo internaciones, deshidrataciones y descompensaciones.
En 2003, su hijo Fabián, quien colaboraba con el empresario Mauricio Macri en su campaña electoral para ser Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, gestionó una visita del candidato a la casa de su madre, con el fin de transmitirle el apoyo de aquel a la propuesta de la cantante de crear un Museo de Arte Popular Latinoamericano en la ciudad, iniciado con una gran donación suya de objetos artísticos de gran valor. La visita, sin embargo fue manipulada políticamente y se informó falsamente que Mercedes Sosa había apoyado la candidatura de Mauricio Macri, un político con una ideología diametralmente opuesta a la que sustentara la cantante durante toda su vida. El diario La Nación presentó la visita con una foto de Macri tomando de la mano a Mercedes, bajo el subtítulo de «Elecciones en la Capital: las otras alianzas» e informando que «la cantante le expresó su apoyo en la carrera política».
Mercedes Sosa se enojó mucho, retiró su ofrecimiento y desmintió su apoyo a Macri, informando públicamente que en las elecciones presidenciales había votado por Néstor Kirchner. Sin embargo los medios de comunicación casi no informaron sobre su desmentida y persistió la creencia errónea de que Mercedes Sosa había apoyado a Macri. Ella misma aclaró con las siguientes palabras la enojosa situación:
Periodista: Usted aclaró hace poco que no le dio apoyo a Mauricio Macri para las elecciones porteñas. ¿Se arrepiente de haberlo recibido en este living en tiempos de campaña electoral?
Mercedes Sosa: Me arrepiento de que haya habido tantos periodistas presentes. Yo, ganara quien ganara, quería donar mis cosas para el proyecto del Museo de la Música Popular Latinoamericana. Era para la ciudad de Buenos Aires, no para Macri. Pero se distorsionó todo; nos han ofendido mucho a mí y a mi hijo Fabián. Ahora no pienso darle los objetos a nadie, gane Ibarra o gane Macri. Nunca he dado motivo para alguien hable mal ni para que se burlen y esto me duele. Quiero que sepa que si aparece un mecenas para el museo no va a ser un político.
En 2003 fue invitada por la pianista de música académica Martha Argerich a realizar juntas un recital en el Teatro Colón. Mercedes Sosa lo consideró un honor no imaginado y manifestó que sus mayores sueños eran cantar con la italiana Mina o con Carlos Santana, pero que la invitación de una concertista del nivel de Argerich superaba todas sus expectativas: «Esto es como un sueño». El concierto se realizó el 7 de septiembre de ese año e incluyó también a la Camerata Bariloche y el guitarrista Eduardo Falú. El concierto cerró con Martha Argerich y Mercedes Sosa realizando juntas cinco canciones: Allá lejos y hace tiempo (de Ariel Ramírez y Armando Tejada Gómez), Canción del árbol del olvido (de Alberto Ginastera y Fernán Silva Valdés), Las cartas de Guadalupe (de Ariel Ramírez y Félix Luna), El alazán (de Atahualpa Yupanqui) y Alfonsina y el mar (también de Ariel Ramírez y Félix Luna).
En 2004 Mercedes Sosa le prestó al Frente Amplio de Uruguay su versión de la canción Todo cambia que esa fuerza utilizó en la campaña electoral que le dio el triunfo a Tabaré Vázquez.
El año 2005 fue su gran regreso con un disco despojado, Corazón libre, editado por el sello alemán Deutsche Grammophon y con producción y dirección artística del Chango Farías Gómez. El álbum toma el título de una canción de Rafael Amor (“Los únicos vencidos corazón, son los que no luchan”). Mercedes Sosa ya había cantado el tema dos veces: en 1989 junto al propio Rafa Amor y Alberto Cortez en el álbum de aquel también tituladoCorazón libre y en 2000, en la placa Amor, del poeta. El álbum cuenta también con una versión de la clásica zamba Tonada del viejo amor, de Jaime Dávalos y Eduardo Falú, cantada a dúo con éste último, quien también interpreta la guitarra. La placa obtuvo un Premio Grammy Latino y el Premio Gardel en la Argentina.
En 2007 fue la principal figura del Festival de la Democracia, que festejó un nuevo aniversario del regreso de la democracia argentina (en diciembre de 1983) y la asunción de la presidente Cristina Fernández de Kirchner. Mercedes cantó y compartió escenario junto a otros cantantes como Alejandro Lerner, Ricardo Montaner, Gustavo Santaolalla y Patricia Sosa, ante una multitud de gente agolpada en la Plaza de Mayo.
Volvió a los escenarios y por sus problemas de salud comenzó a cantar sentada. El 30 de junio de 2008 cantó en Tucumán para los presidentes de los países miembros y asociados del Mercosur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y Venezuela). El repertorio estuvo integrado por cinco canciones: Sabana (del venezolano Simón Díaz), Guitarra, dímelo tú (de Atahualpa Yupanqui),Insensatez (de Chico Buarque), Sufrida tierra (de los santiagueños Mota Luna y Bebe Ponti) y Al jardín de la república.
Su último trabajo es Cantora, lanzado poco antes de su muerte, un álbum doble donde canta 34 canciones a dúo con destacados cantantes iberoamericanos, y cierra con el himno nacional argentino. De la nominación a tres Grammy Latino, de manera póstuma, ganó en la categoría mejor álbum folclórico por Cantora 1, el primer volumen de duetos en el que ella interpretó clásicos del folclore latinoamericano junto a otras figuras. Este mismo trabajo de la argentina ganó el segundo Grammy como mejor diseño de portada. La obra no ganó por álbum del año 2009.

Reconocimientos

De los reconocimientos que ha recibido sobresale el Gran Premio CAMU-UNESCO 1995, otorgado por el Consejo Argentino de la Música y por la Secretaría Regional para América Latina y el Caribe, del Consejo Internacional de la Música de la UNESCO, el Martín Fierro 1994 al mejor show musical en televisión.
También el Premio de la UNIFEM, organismo de las Naciones Unidas que la distinguió por su labor en defensa de los derechos de la mujer; Premio Konex de Platino 1985 a la Mejor Cantante Femenina de Folklore y Konex de Brillante 1995 a la Mejor Artista Popular de la Década. También recibió otra distinción, esta vez del Consejo Interamericano de Música de la OEA (Organización de los Estados Americanos).
Ese año fue además incluida por la Secretary-General United Nations Politic World Conference on Women, en la colección discográfica denominada Global Divas.
Fue condecorada con honores en el año 2005 por el Senado argentino con el premio Sarmiento en reconocimiento a su trayectoria artística, su compromiso social y su constante lucha en materia de derechos humanos. También ganó premios Grammy Latinos y Premios Gardel.
En 2008, fue nombrada por el gobernador Celso Jaque como embajadora cultural de Mendoza junto al grupo Karamelo Santo. También se desempeñó como Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO para Latinoamérica y el Caribe.
En 2009, ganó el Premio Clarín Espectáculos como Mejor Figura 2009, luego de su muerte en octubre de ese mismo año.
Raphael canta el clásico «Gracias a la vida» en honor de Violeta Parra y de Mercedes en su gira Cincuenta años después, celebrando sus 50 años sobre los escenarios.


Muerte

El 18 de septiembre de 2009 ingresó al Sanatorio de la Trinidad, ubicado en el barrio de Palermo en Buenos Aires, debido a una disfunción renal, la cual había evolucionado negativamente hacia una falla cardiorrespiratoria. Padecía desde hacía más de treinta años del mal de Chagas-Mazza, una enfermedad ligada a la pobreza rural, que es endémica en el norte de la Argentina y en gran parte de Sudamérica. Su estado de salud se volvió crítico el 2 de octubre de 2009; a partir de entonces, el cuadro de salud de la artista de 74 años se había deteriorado, habiendo sido inducida a un coma farmacológico. Su organismo se deterioró con el correr de las horas, hasta desencadenar su fallecimiento a las 5:15 de la mañana (hora argentina) del 4 de octubre de 2009.


Funeral y Condolencias

El 18 de septiembre de 2009 ingresó al Sanatorio de la Trinidad, ubicado en el barrio de Palermo en Buenos Aires, debido a una disfunción renal, la cual había evolucionado negativamente hacia una falla cardiorrespiratoria. Padecía desde hacía más de treinta años del mal de Chagas-Mazza, una enfermedad ligada a la pobreza rural, que es endémica en el norte de la Argentina y en gran parte de Sudamérica.Su estado de salud se volvió crítico el 2 de octubre de 2009; a partir de entonces, el cuadro de salud de la artista de 74 años se había deteriorado, habiendo sido inducida a un coma farmacológico. Su organismo se deterioró con el correr de las horas, hasta desencadenar su fallecimiento a las 5:15 de la mañana (hora argentina) del 4 de octubre de 2009.

sábado, 18 de agosto de 2012

Mercedes Sosa (Parte III)


Regreso del Exilio


Volvió a la Argentina en febrero de 1982, poco antes de que la dictadura militar se viera obligada a iniciar el traspaso del poder a un gobierno civil, tras la Guerra de Malvinas. En esa ocasión realizó una serie de conciertos históricos a sala repleta en el Teatro Ópera de Buenos Aires, que se convirtieron en un acto cultural contra la dictadura, a la vez que un hecho renovador de la música popular argentina, al incluir temas y músicos provenientes de diferentes corrientes musicales, como el folclore, el tango y el rock nacional.
Lo grande fue que estaba toda la gente, más que amándome a mí, amándose a ellos.
Mercedes Sosa.
Fueron trece recitales a sala llena y entre los invitados de los conciertos estuvieron el litoraleño Raúl Barboza, el pianista Ariel Ramírez, el tanguero Rodolfo Mederos, el compositor del rock nacional Charly García, el cantautor del rock León Gieco, el chamamecero Antonio Tarragó Ros. La dirección musical y los arreglos artísticos estuvieron a cargo de José Luis Castiñeira de Dios. Los músicos de soporte de Mercedes Sosa fueron el guitarrista uruguayo Omar Espinoza y el percusionista Domingo Cura. En el recital incluyó dos canciones no folklóricas y una litoraleña, que resultarían emblemáticas de su repertorio: «Como la cigarra» (“Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando”, de María Elena Walsh), «Solo le pido a Dios» (“Solo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente”, de León Gieco) y «María va» (de Antonio Tarragó Ros). En el repertorio también se incluyó «Sueño con serpientes» y «Años» (“El tiempo pasa...”), de los cubanos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés respectivamente, que habían sido prohibidos por el régimen militar, en la que fue la primera difusión masiva de esos autores en Argentina. Junto a Charly García interpretó «Cuando ya me empiece a quedar solo», en lo que significó un acercamiento histórico del folklore y el rock. Sobre la capacidad universalista de Mercedes Sosa para integrar rock y folklore, Mariano Blejman dijo:
Tal vez el primer tema que cantó de rock fue Cuando ya me empiece a quedar solo de Charly García (...) Con una notable capacidad para integrar mundos, Mercedes Sosa entendió que el rock argentino era parte del Nuevo Cancionero; y en años siguientes cantó también junto a Fito Páez (grabó el disco Yo vengo a ofrecer mi corazón en 1985). (...) Pero, curiosamente, el rock no fue mucho más allá de Mercedes Sosa. La amplia camada del Nuevo Cancionero no percudió la retórica del rock. (...) Mercedes Sosa hizo más por legitimar el rock socialmente que lo que el rock hizo por interpretar a los artistas [del Nuevo Cancionero] (...) ¿Y quién, entre los rockeros actuales, sabe quién fue Tejada Gómez? ¿Y entre su público?
Mercedes Sosa contó que su emoción era tan grande que para poder cantar tuvo que ignorar al público y no mirarlo en ningún momento.La actuación fue registrada en un doble álbum bajo el título Mercedes Sosa en Argentina, que constituyó un éxito de ventas y uno de los discos destacados de la historia musical del país.
En 1983 graba el álbum Como un pájaro libre (título tomado de la canción del mismo nombre de Adela Gleijer y Diana Reches), que incluye entre otros temas «Dulce madera cantora» (de Víctor Heredia) y «Grito santiagueño» (de Raúl Carnota). El álbum y la canción de Gleijer, dieron título a una película documental dirigida por Ricardo Wullicher en la que se registran los recitales que la cantante realizó en el estadio de Ferrocarril Oeste. En una entrevista en esa película, Mercedes Sosa explica de dónde vino su acercamiento al rock y otros géneros que anteriormente habían sido ignorados por ella:
En el ’81 fui a ver Submarino amarillo  en España, y me admiré y me dio vergüenza de mí misma, por haber tenido el prejuicio de no verla cuando se estrenó. De la misma manera yo no había escuchado a Charly García ni a Nito Mestre. Indudablemente a ellos les debe haber pasado lo mismo con nosotros. El ser humano está lleno de prejuicios y preconceptos, y la falta de libertad no solo se siente en la libertad colectiva, sino en la libertad mental de cada persona.
Mercedes Sosa.
Recién pudo radicarse en Argentina luego de recuperada la democracia el 10 de diciembre de 1983. Se mostró comprometida con las luchas por los derechos humanos y la preservación del régimen democrático. En los años siguientes se mostraría cercana a los presidentes Raúl Alfonsín (1983-1989), Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011), y mantendría distancia con el presidente Carlos Menem (1989-1999).
En 1984 lanzó el álbum ¿Será posible el Sur?, donde incluye canciones de gran impacto político, cultural y artístico, como «Todavía cantamos» (de Víctor Heredia), «Todo cambia» (del chileno Julio Numhauser, uno de los fundadores del grupo Quilapayún) y «Como pájaros en el aire» (de Peteco Carabajal).
En 1985 dio a conocer dos álbumes. El primero fue Yo vengo a ofrecer mi corazón, tomando el título de la canción del rockero Fito Páez (“¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”), en el que también se incluyen «Razón de vivir» (de Víctor Heredia) y «Canción para Carito» (de León Gieco y Antonio Tarragó Ros). El otro álbum fue Corazón americano, registro del concierto que realizó junto a Milton Nascimento y León Gieco, en el que también participa como invitado Gustavo Santaolalla y Antonio Tarragó Ros.
Como productora, organizó en 1988 uno de los espectáculos más importantes presentados en la Argentina: Sin Fronteras, que reunió en el estadio Luna Park de Buenos Aires a las argentinas Teresa Parodi y Silvina Garré, la colombiana Leonor González Mina, la venezolana Lilia Vera, la brasileña Beth Carvalho y la mexicana Amparo Ochoa, además de la propia Mercedes.
Ese mismo año Mercedes Sosa y Joan Baez se propusieron realizar juntas una presentación en Santiago de Chile ―ambas fueron determinantes en la difusión mundial del arte de Violeta Parra― con el fin de apoyar a las fuerzas democráticas chilenas en la campaña contra el plebiscito convocado por el Augusto Pinochet para decidir si el dictador seguiría en el poder hasta 1997. Ante la intención de las dos cantantes, el régimen militar dictó una orden prohibiendo su ingreso a Chile. Pinochet perdió el referéndum y debió convocar a elecciones un año después, para entregar el poder en marzo de 1990. Ya establecida la democracia, Mercedes Sosa cantaría por primera vez en Chile en 1992, volviendo varias veces desde entonces


Consagracion Mundial

En los años noventa Mercedes Sosa se consagró como una de las mejores cantantes del mundo y comenzó a ser llamada La Voz de América.
Continuó dando recitales exitosos dentro y fuera de Argentina, actuando en estadios y en los escenarios más grandes y prestigiosos como el Lincoln Center, el Carnegie Hall donde recibió una ovación de 15 minutos, el Mogador de París y el Concertegebouw de Ámsterdam, el Teatro Colón de Buenos Aires, en el Coliseo de Roma, etc.
En 1991 publicó su álbum número 30, De mí, título tomado de la canción de Charly García (“Cuando estés mal, cuando estés solo... no te olvides de mí”) y que incluye también «Una canción posible» (“Vivir sin esta vida es imposible para mí”, de Victor Heredia, que la cantante consideraba la que mejor expresaba sus emociones frente a la dictadura), «Oh, qué será» (de Milton Nascimento y Chico Buarque, que Sosa canta con Julia Zenko), «El tiempo es veloz» (del rockero David Lebón) y «Oh, melancolía» (de Silvio Rodríguez).
En 1992, ya caído Pinochet, vuele a presentarse en Chile. Realizó tres actuaciones en Viña del Mar y en Santiago de Chile. En la Quinta Vergara de Viña del Mar, inició su actuación con «Todavía cantamos» de Víctor Heredia y conmovió al público repitiendo varias veces «¡Ya cayó, ya cayó!» mientras este coreaba el estribillo de «Todo cambia». Luego actuó en Santiago, en el entonces llamado Estadio Chile ―en 2004 renombrado Estadio Víctor Jara―, donde homenajeó a Víctor Jara, torturado y asesinado en ese lugar. Al año siguiente volvió para intervenir en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. En esta ocasión fue designada por los organizadores del Festival para integrar también el jurado, pero algunos músicos chilenos se opusieron terminantemente a que «una extranjera» pudiera juzgar a los artistas chilenos y Mercedes Sosa debió renunciar. En aquel momento el alcalde de Viña del Mar calificó el hecho como un «espectáculo lamentable» para el mundo.
En diciembre de 1994 representó a las voces de América, en el Segundo Concierto de Navidad realizado en la Sala Nervi del Vaticano, una iniciativa por la paz del papa Juan Pablo II que se inició en 1993 y que se volvió una importante convocatoria cultural global desde entonces. Allí cantó «Mi madre María» (de Víctor Heredia) y «Navidad 2000» (de Antonio Nella Castro e Hilda Herrera). El concierto fue registrado en un álbum doble y lanzado en Italia bajo el título Concerto di Natale (1995 Columbia Sony COL 481008).
En 1995 decidió dejar de cantar en su tierra natal, la provincia de Tucumán, debido a la elección del represor Antonio Domingo Bussicomo gobernador de la misma y mientras se mantuviera en el poder. El 10 de diciembre de 1999 Bussi dejó de ser gobernador, y 16 días después la Negra volvió a cantar en Tucumán diciendo: «Así como decidí hace muchos años no cantar más en Chile mientras gobernara Pinochet, yo decidí en su momento no volver a cantar más aquí mientras gobernase Bussi». En 2008 Bussi fue condenado a cadena perpetua por sus crímenes contra la humanidad.
En 1997 integró el grupo de 23 personalidades mundiales que formaron la Comisión de la Carta de la Tierra, en representación de América Latina y el Caribe. En esa calidad firmó la primera versión de la Carta de la Tierra.

Imágenes
File:Teatro Ópera - Mercedes Sosa - 1982.jpg
Presentaciones de Mercedes Sosa en el teatro Opera en 1982

File:Mercedessosa.jpg
                Mercedes Sosa en 1980

sábado, 11 de agosto de 2012

Mercedes Sosa Parte (II)

La Revelación en Cosquin '65


En 1965 su esposo la deja, quedando sola con su hijo en una situación económica y emocional muy comprometida, que la afectaría de por vida.
Yo no dejé ese matrimonio. Él me dejó. Me abandonó con Fabián, con mi chiquito (...) Una chica tucumana se casa para toda la vida. Eso me destruyó.
Mercedes Sosa.
Mercedes Sosa se trasladó a Buenos Aires, una ciudad a la que amó y que terminaría considerando suya («para mí, aquí es Buenos Aires»). Allí grabó el segundo disco Canciones con fundamento, que al igual que su primer álbum, pasó inadvertido, pero que en el futuro se volvería el disco exponente del Nuevo Cancionero.
Pero fue en ese mismo año de 1965, poco antes de cumplir 30 años, que Mercedes Sosa alcanzó la consagración popular de manera impensada. Se desarrollaba la quinta edición del Festival Folklórico de Cosquín, que se había convertido en el centro del boom del folklore en Argentina, cuando el músico Jorge Cafrune, por iniciativa propia y en contra de los deseos de los organizadores, hizo subir al escenario a Mercedes Sosa, de entre el público donde se encontraba, presentándola con las siguientes palabras:
Yo me voy a atrever, porque es un atrevimiento lo que voy a hacer ahora, y me voy a recibir un tirón de orejas por la Comisión, pero que le vamos a hacer ―siempre he sido así, galopeador contra el viento―. Les voy a ofrecer el canto de una mujer purísima, que no ha tenido oportunidad de darlo y que como les digo, aunque se arme bronca, les voy a dejar con ustedes a una tucumana: Mercedes Sosa.
Jorge Cafrune, Cosquín, enero de 1965.
Mercedes subió al escenario y cantó Canción del derrumbe indio de Fernando Figueredo Iramain, acompañada solo por su bombo.Contrastando con la discriminación política, social y étnica a la que fue sometida por las autoridades, el público estalló en aplausos y vivas aún antes de que finalizara la canción, convirtiéndola en la sorpresa del festival:
Yo estaba en el ’65, cuando subió Mercedes Sosa a este escenario, invitada por Jorge Cafrune. Me acuerdo que Mahárbiz decía: «¿Quién es esa mina, con esa pinta de sirvienta? ¿Qué hace acá?» Y Mercedes se abrió paso, y encima conCanción del derrumbe indio, que ―con ingenuidad o no― es un canto sobre la conquista española.
Marcelo Simón.
Yo siempre tuve problemas con la comisión, no sé por qué... En ese tiempo porque era comunista, sigo siéndolo, pero por entonces era mala palabra. Canté con una cajita, nomás. Tuve un éxito muy grande, y ahí ya me contrató la Philips para grabar. Fue una actuación muy importante en mi carrera. Es más, fue la definitiva.
Mercedes Sosa.
El éxito de Cosquín le significó de inmediato un ofrecimiento del sello PolyGram para grabar un álbum ―su tercero― que salió en 1966 con el título de Yo no canto por cantar, con el que alcanzó una fama que nunca la abandonaría. El disco tiene en su portada un retrato de Carlos Alonso ―pintor mendocino adherente al Nuevo Cancionero― e incluye las bellas canciones «Zamba para no morir» (“Romperá la tarde mi voz...”, de Hamlet Lima Quintana) y «Zamba azul» (“Como un limpio amanecer era tu pollera azul...”, de Armando Tejada Gómez y Tito Francia.
En 1967, hizo una exitosa gira por los Estados Unidos y Europa. En 1968 lanza Con sabor a Mercedes Sosa con «La añera» (“Cuando se abandona el pago... tira el caballo pa’lante y el alma tira pa’trás”) de Arsenio Aguirre y Atahualpa Yupanqui, y «Al jardín de la República» (“Desde el norte traigo en el alma”) de Virgilio Carmona, un tema dedicado a Tucumán su provincia natal, con el que siempre se la identificaría.
En 1970 incluye en su disco El grito de la tierra el tema «Canción con todos» de Armando Tejada Gómez y César Isella, que ha sido considerado el himno no oficial de América Latina. En el mismo álbum se incluyen otras dos canciones de gran importancia en su repertorio como «Duerme negrito» (de Atahualpa Yupanqui) y «La pomeña» (de Gustavo Leguizamón y Manuel J. Castilla).
Sobre el cambio de década publicó tres discos conceptuales en colaboración con el compositor Ariel Ramírez y el letrista Félix Luna: Mujeres argentinas (1969), Navidad con Mercedes Sosa (1970) y Cantata sudamericana (1971), incluyendo en el primero la zamba«Alfonsina y el mar» y «Juana Azurduy».). Por esa época lanzó con su voz la obra de los compositores tucumanos Pato Gentilini, el Chivo Valladares y Pepe Núñez, inmortalizando canciones como «Tristeza» de los Hermanos Núñez.


Gracias a la Vida

En la primavera de 1969 realizó su primera presentación en Chile. Simultáneamente grabó un disco simple dedicado a dos autores chilenos: en el lado A, «Gracias a la vida» (de Violeta Parra) y en el lado B, «Te recuerdo Amanda» (de Víctor Jara).
En 1971, en coincidencia con el gobierno de Salvador Allende en Chile, grabó uno de sus álbumes más destacados, Homenaje a Violeta Parra, en tributo a la cantautora chilena, donde vuelve a incluir «Gracias a la vida» y otros temas como «Volver a los 17» y «La carta» ―con Quilapayún―, alcanzando un notable éxito en toda América Latina. Se trata de uno de sus mejores discos y de una interpretación consagratoria tanto para el canto de Mercedes Sosa, como para las canciones de Violeta Parra. El álbum se inicia con un recitado de fragmentos del poema «Defensa de Violeta Parra», que su hermano Nicanor Parra escribiera dos años antes de que Violeta muriera. Sorprendentemente, Mercedes moriría un 4 de octubre, día de nacimiento de Violeta. Isabel Parra, hija de Violeta y notable cantautora ella misma, ha dicho que siempre le «pareció natural que Mercedes cantara a Violeta porque Violeta hubiera hecho lo mismo con Mercedes. Se hubieran querido y se hubieran entendido y se hubieran digamos regocijado una a otra de lo que significa meterse en el arte popular y en el canto comprometido, en el canto revolucionario».

En 1972 lanza Hasta la victoria, con temas como «Balderrama» y «La arenosa» (de Leguizamón y Castilla) y «Los hermanos» (de Yupanqui).
En 1973 se produce el golpe de estado de Augusto Pinochet en Chile y Mercedes Sosa jura no cantar en ese país mientras la dictadura permanezca en el poder. Ese año saca el álbumTraigo un pueblo en mi voz, con temas como «Cuando tenga la tierra» (de Daniel Toro y Ariel Petrocelli), «Triunfo agrario» (de César Isella y Armando Tejada Gómez), «Si un hijo quieren de mí» (de Ariel Ramírez y Juan L. Ortiz), y dos poemas musicalizados del poeta peruano César Vallejo.
En 1974 la cantante de protesta estadounidense Joan Baez visita la Argentina y en su recital canta, a dúo con Mercedes Sosa, Gracias a la vida. Ese año Báez había publicado un álbum en español titulado precisamente Gracias a la vida, canción que conoció por la versión de Mercedes, de 1971, y que popularizó entre el público de habla inglesa.
En 1975 publicó el álbum A que florezca mi pueblo donde incluye «Chacarera de un triste» (“¿Para qué quiero vivir con el corazón deshecho...?”, de los Hermanos Simón, «Cuando estoy triste» (“Cuando estoy triste lijo mi cajita de música...”, un poema de José Pedroni musicalizado por Damián Sánchez) y «Se equivocó la paloma» (un poema de Rafael Alberti musicalizado por Carlos Guastavino en 1941). Ese mismo año realiza su primera actuación en España, durante la dictadura franquista, en un recital realizado en el Palacio de los Deportes de Barcelona, del que el gobierno prohibió que se realizara publicidad. Pese a ello el lugar se colmó y la gente coreó sus canciones, hasta el punto de conmoverla y hacerla llorar de emoción.




Persecución Política


Simpatizante de Perón en su juventud, apoyó las causas de izquierda política a lo largo de su vida, afiliándose al Partido Comunista en la década de 1960. Tras el golpe de estado del 24 de marzo de 1976 fue incluida en las listas negras del régimen militar y sus discos fueron prohibidos.
En 1976, recién instalada la dictadura, lanzó Mercedes Sosa, la mamancy, donde incluye el «Poema n.º 15» de Pablo Neruda (“Me gusta cuando callas porque estás como ausente...”, de su famoso libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada) musicalizado por Víctor Jara. También incluye Drume negrita del cubano Bola de Nieve.
Mercedes Sosa trató de permanecer en la Argentina pese a las prohibiciones y las amenazas, hasta que en 1978, en un concierto en La Plata, fue cacheada y detenida en el propio escenario y el público asistente arrestado.


El hecho ha sido relatado por una admiradora llamada como ella Mercedes, que asistío al concierto y dejó el siguiente mensaje en la página oficial de Mercedes Sosa poco después de su muerte:
La única noche que estuve presa fue después de un recital tuyo en La Plata, en el viejo Almacén San José. Te habías entusiasmado y cantado canciones no permitidas, habías abierto las ventanas para que escuchen los que no podían pagar. Estábamos todos eufóricos. Pero llegaron ellos con sus armas, haciendo por fin visible lo que sabíamos que pasaba. Nosotras en fila en el patio, apuntadas, aterradas; vos, tal vez con tu propio miedo, en una oficina donde te hacían escuchar los temas que cantaste, mostrándote tu desobediencia. A las seis de la mañana, consideraron que ya nos habían dado la lección y salimos al sol. ¿Sabés qué? Valió la pena. Si estás cansada, que tu partida sea en paz. Sabremos entender.
Mercedes.
Se exilió en 1979: primero en París y luego en Madrid.
Durante la dictadura militar y mientras se encontraba censurada lanzó varios álbumes, destacándose Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui (1977), uno de sus álbumes más logrados, y Serenata para la tierra de uno (1979), tomando como mensaje la canción del mismo título de María Elena Walsh: «Porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy». También en 1977 Mercedes grabó un simple con dos canciones de Milton Nascimento: Cio da terra (con Chico Buarque) ySan Vicente (con Fernando Brant). Inició así la costumbre de incluir canciones brasileñas, una costumbre inhabitual en la música hispanoamericana de ese entonces; algunas de ellas se convertirían en clásicos de su cancionero, como María María (también de Nascimento y Brant) que estrenaría al volver a la Argentina en 1982.
En 1981 graba en Francia el álbum A quién doy, con la dirección musical y artística de José Luis Castiñeira de Dios, quien aportó un sonido renovado y un enfoque latinoamericano del repertorio que influiría decisivamente en el canto de Mercedes Sosa desde entonces. El título está tomado de la canción de Julio Lacarra con que se inicia el álbum, referido al exilio (“A quien doy las cuerdas de mi guitarra, para que no suenen tristes a la hora de mi adiós”). El álbum incluye otras canciones llenas de tristeza por el exilio, que permanecerán en su repertorio habitual, como «La flor azul» (“Dile, dile chacarera a esa flor azul, que de noche yo la busco por la Cruz del Sur”, de Mario Arnedo Gallo y A. R. Villar), «Cuando me acuerdo de mi país” (“Cuando me acuerdo de mi país, me escribo de sal, me atraso de bien, me angustio de tren, me agrieto de mar, me enfermo de andén”, del chileno Patricio Manns), y el clásico tango «Los mareados» (“Esta noche amiga mía, el alcohol nos ha embriagado, qué me importa que se rían y nos llamen los mareados”, de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo, el primer tango grabado por la cantante). A quien doy fue lanzado en Argentina con un repertorio diferente del original publicado en Francia, ya que la censura no admitió que se difundieran «Sueño con serpientes» (del cubano Silvio Rodríguez), «Fuego en Anymaná» (de César Isella y Armando Tejada Gómez), ni «Gente humilde» (de Garoto, Vinicius de Moraes y Chico Buarque).
El exilio fue muy doloroso para Mercedes Sosa. Su segundo esposo, Pocho Mazitelli, había muerto el año anterior, en 1978 y ella ha contado que en ese momento llegó a pensar en suicidarse.
Regresó a Argentina en 1982 y realizó una serie de famosos recitales, pero debió volverse a exiliar cuando se enteró que uno de los genocidas, el almirante Carlos Alberto Lacoste preguntó: «¿Quién dio permiso a Mercedes Sosa para estar en mi país?».Recién podría volver a radicarse en su país en 1984, una vez que la democracia fuera recuperada.
En 1983 participó junto a otros destacados músicos latinoamericanos en el histórico Concierto por la Paz en Centroamérica en solidaridad con el gobierno sandinista de Nicaragua, amenazado en ese momento por las acciones de los Contras sostenidos desde Estados Unidos. El concierto fue registrado en un álbum titulado Abril en Nicaragua, que Mercedes Sosa cierra con «Solo le pido a Dios» (de León Gieco) y «Cuando tenga la tierra» (de Daniel Toro y Ariel Petrocelli).


Imágenes

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          Mercedes Sosa, Felix Luna y Ariel Ramirez

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                      Violeta Parra

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    Portada de su Segundo Álbum: ''Hacia La Victoria''

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Horacio Guarany y Mercedes Sosa: ''Si Se Calla El Cantor''

sábado, 4 de agosto de 2012

Personas Destacadas: Mercedes Sosa (Parte I)

Muchas de los turistas que visitan Tucumán o personas ajenas a esta provincia, captan toda su atención a los paisajes, atracciones turísticas, y demás cosas que posee este sitio, pensando que este es el hecho por el cual se destaca esta provincia, brindándole menos importancia a la razón fundamental pero menos considerada, aquella razón conformada no por paisajes, ni museos, ni circuitos turísticos, sino por nada mas ni nada menos que las personas que, de alguna manera, se abrieron paso en la sociedad afrontando las dificultades que se les haya podido presentar,sobre todo los prejuicios librados por las personas de lugares con mayor importancia, y muchas mas cosas, pero aun así dejaron su huella en la historia, marcando cambios culturales y sociales, brindándonos un ejemplo a seguir,  y sobre todas las cosas dejando el nombre de la provincia de Tucumán en alto...
Una de esas tantas personas que se destacaron fue Mercedes Sosa, una gran cantante orgullosa de su origen, recordando con un gran cariño, en cada paso de su carrera musical, de donde provenía, los valores que su entorno le inculco, transformándola en un ejemplo de persona para toda la sociedad...


Nacio en  San Miguel de Tucumán, Argentina, 9 de julio de 1935, conocida como La Negra Sosa o La Voz de América, fue una cantante de música folclórica argentina reconocida en América Latina y Europa, considerada como la principal cantante de Argentina.
Fundadora del Movimiento del Nuevo Cancionero y una de las exponentes de la Nueva canción latinoamericana. Incursionó en otros géneros como el tango, el rock y el pop. Se definía a sí misma como «cantora» antes que «cantante», en lo que fue una distinción fundamental de la nueva canción latinoamericana de la que ella fue una de las iniciadoras: «Cantante es el que puede y cantor el que debe» (Facundo Cabral). Ese ideal fue expresado por Mercedes Sosa en los títulos de sus álbumes comoCanciones con fundamento y Yo no canto por cantar.
Entre las interpretaciones con que se ha destacado en el cancionero latinoamericano se encuentran Canción con todosAlfonsina y el marGracias a la vidaComo la cigarraZamba para no morirLa mazaTodo cambiaDuerme negrito y Calle angosta. Entre sus discos se destacaron Canciones con fundamento (1965), Yo no canto por cantar (1966), Mujeres argentinas (1969), Homenaje a Violeta Parra (1971),Cantata sudamericana (1972), Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui (1977),Mercedes Sosa en Argentina (1982), Alta fidelidad (1997) y su interpretación de la Misa criolla (2000). Su último trabajo es Cantora, lanzado poco antes de su muerte, un álbum doble donde interpreta 34 canciones a dúo con destacados cantantes iberoamericanos , y cierra con el Himno nacional argentino.


Su Infancia y Adolescencia en Tucumán
Haydée Mercedes Sosa nació el 9 de julio en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Cabe destacar que el 9 de julio es el Día de la Independencia de la Argentina y que el texto que declaró independiente al país se firmó también en Tucumán.
Descendiente de diaguitas, su padre era un obrero de la industria azucarera que trabajaba en el Ingenio Guzmán, mientras que su madre trabajaba de lavandera para familias más acomodadas. Originariamente sus padres habían acordado nombrarla Marta Mercedes, pero en el registro civil, su padre lo cambió por Haydeé Mercedes. Pese a ello, su madre, su familia y sus seres cercanos nunca utilizaron el nombre legal y siguieron llamándola Marta.
Mi mamá dice que mi papá se olvidó mi nombre adrede cuando me fue a inscribir al Registro Civil. Y me puso Haydeé Mercedes en vez de Marta Mercedes. Mi mamá quería que de primer nombre yo me llamara Marta. Así sin hache: Marta. Claro, como es lógico, en mi casa mandaba mi papá, pero claro, como es lógico, siempre se terminaba haciendo lo que quería mi mamá. Y entonces todos desde que me recuerdo me vienen llamando Marta. Soy la Marta, y me gusta mucho más ser la Marta que Mercedes Sosa. Esto nadie lo cree, pero es así... Al final, puertas adentro las cosas son como las madres quieren, y puertas afuera son como la gente manda. En mi casa definitivamente soy la Marta. Para la gente definitivamente soy la Negra.
Mercedes Sosa.
Ella misma cuenta cómo empezó a cantar un día de octubre de 1950:
Yo andaba por mis 15 años. Mi papá y mi mamá, que eran muy peronistas, aprovecharon un tren gratis a Buenos Aires para celebrar el 17 de Octubre [Día de la Lealtad Peronista]. Yo quedé cuidada por mis hermanos, más suelta… En la escuela faltó la profesora de canto y la directora me dijo que íbamos a cantar el Himno nacional y que yo tenía que ponerme adelante y cantar bien fuerte, para que todos me siguieran. Sentí vergüenza, pero canté: ahí debuté. Ese día también faltó la profesora de labores y con mis compañeras fuimos a LV12, donde había un concurso. Mis compañeras me empujaron para que cantara. Por temor a que se enterara mi papá me llamé Gladys Osorio. Canté Triste estoy, de Margarita Palacios. Cuando terminé, el dueño de la radio me dijo: «El concurso concluyó y lo ganaste vos». Y seguí cantando en la radio. Hasta que un día mi papá me descubre y me llama y me dice palabras que escucho ahora: «¿Le parece bonito eso de andar metiéndose en la radio? ¿Eso es lo que hace una señorita criada para ser decente? Gladys Osorio, venga, acérquese… ¿Tengo que felicitarla? Míreme a los ojos ¡Que me mire a los ojos le digo!».
Mercedes Sosa.

A partir de entonces se dedicó al canto, aunque siempre sentía un enorme pánico escénico cuando cantaba en público.
En esa primera época, Mercedes tenía como referentes musicales a Margarita Palacios y a Antonio Tormo (el cantante que masificó la música folclórica en la Argentina a principios los años cincuenta). Sus actuaciones se repartían entre actos partidarios del peronismo, el circo de los Hermanos Medina, y la radio, donde cantaba boleros en el conjunto de los Hermanos Herrera, dirigido por Tito Cava.


Su Vida en Mendoza
En 1957 se radicó en Mendoza a raíz de su casamiento con el músico Oscar Matus, con quien tuvo un hijo, Fabián Matus. Matus y Mercedes establecieron una sociedad artística con el poeta y locutor Armando Tejada Gómez que resultaría de gran trascendencia artística y cultural.
Mendoza resultaría uno de los tres lugares entrañables de Mercedes Sosa, junto a Tucumán y Buenos Aires. Allí «se hizo mujer», dijo ella misma, nació su hijo y se formó artísticamente. En su última voluntad pidió que sus cenizas se esparcieran en esos tres lugares. En Mendoza, el lugar elegido fueron los canales de riego de Guaymallén, el mismo lugar donde se arrojaron las cenizas del poeta Armando Tejada Gómez, quien ocupó un lugar decisivo en el arte de Mercedes. Junto a esos tres lugares, Mercedes Sosa también destacaba su afecto especial por Montevideo, donde fue tratada por primera vez como una gran cantante, en una serie de actuaciones que realizó en Radio El Espectador y en Canal 12:
En Tucumán están mis raíces, en Mendoza está mi felicidad, en Montevideo está mi primer reconocimiento como artista.
Mercedes Sosa.

Mercedes Sosa comenzó a cantar en una época, en la que el tango de Buenos Aires, que era la música popular por excelencia, estaba siendo alcanzado en popularidad por la música de raíz folklórica, característica de las provincias, en un fenómeno que es conocido como el boom del folklore, producido de la mano de la industrialización del país y la migración de millones de personas del campo a las ciudades y de las provincias hacia Buenos Aires. Este proceso conllevaba transformaciones étnicas y culturales en la población que diferían de las que produjera la inmigración mayoritariamente europea que se produjo entre 1850 y 1930.
En 1962, Mercedes Sosa lanzó su primer álbum, La voz de la zafra (la zafra es la cosecha de caña de azúcar, principal producción de Tucumán), grabado el año anterior y producido por RCA. El álbum fue grabado debido a la insistencia de Ben Molar, un músico polifacético vinculado a la música popular de Buenos Aires, quien reconoció el talento de la cantante tucumana y convenció a los directivos del sello RCA para realizar el disco, que sin embargo careció de difusión.
El disco está integrado por ocho canciones de Matus-Tejada Gómez: Los hombres del río,La zafreraEl río y túTropero padreNocturnaZamba de los humildes (o La de los humildes), Zamba de la distancia y Selva sola,además de otras cuatro, entre las que se encuentran la guarania Jangadero (del misionero Ramón Ayala, quien escribió también la nota de contratapa), El indio muerto (de Gerardo López, cantante de Los Fronterizos) y dos temas con letra de Ben Molar, a pedido de Mercedes Sosa, Recuerdos del Paraguay y Sin saber por qué. La canción Nocturna tiene una significación especial para Mercedes Sosa porque se trata de la canción que simbolizó el amor a primera vista con Oscar Matus (“Tú, junto al amor que nos separa, llenas mi dulce guitarra de oscura distancia... llevas mi voz en tu voz, triste y suave”). El mismo álbum fue luego reeditado bajo el título de Canta Mercedes Sosa.
El álbum anticipaba una línea estético-cultural que sería expresamente formulada al año siguiente con el lanzamiento del Movimiento del Nuevo Cancionero, y que sería sintetizada con el título de su segundo álbum, Canciones con fundamento (1965), segundo disco del sello independiente El Grillo que intentaba consolidar Matus, compuesto ―al igual que el primero―, en base a las canciones de Matus-Tejada Gómez.
En "Zamba de la distancia", como en "La de los humildes", "Zamba del riego", "Tropero padre", "El río y tú", "La zafrera" y "Los hombres del río", están los tres nombres que impulsaron el movimiento: Armando con sus palabras, Matus con la música y yo con la voz.
Mercedes Sosa.


Movimiento del Nuevo Cancionero

El 11 de febrero de 1963, desde el Círculo de Periodistas de Mendoza, lanzó el Movimiento del Nuevo Cancionero, junto a su esposo (Oscar Matus), Armando Tejada Gómez, Tito Francia y otros artistas, que se manifestaría internacionalmente como el Movimiento de la Nueva Canción. Mercedes Sosa se mantendría fiel a lo largo de toda su carrera a los principios artísticos expuestos en el manifiesto fundacional del movimiento:
El NUEVO CANCIONERO se propone buscar en la riqueza creadora de los autores e intérpretes argentinos, la integración de la música popular en la diversidad de las expresiones regionales del país.
Quiere aplicar la conciencia nacional del pueblo, mediante nuevas y mejores obras que lo expresen. Busca y promueve la participación de la música típica popular y popular nativa en las demás artes populares: el cine, la danza, el teatro, etc., en una misma inquietud creadora que contenga el pueblo, su circunstancia histórica y su paisaje. En este sentido, adhiere a la inquietud del Nuevo Cine, como también a todo intento de renovación que intente testimoniar y expresar por el arte nuestra apasionante realidad sin concesiones ni deformaciones.
Rechaza a todo regionalismo cerrado y busca expresar al país todo en la amplia gama de sus formas musicales. Se propone depurar de convencionalismos y tabúes tradicionalistas a ultranza, el patrimonio musical tanto de origen folklórico como típico popular. Alentará la necesidad de crear permanentemente formas y procedimientos interpretativos, así como obras de genuina identidad con el país de hoy, que enriquezcan la sensibilidad y la cultura de nuestro pueblo.
Desechará, rechazará y denunciará al público, mediante el análisis esclarecido en cada caso, toda producción burda y subalterna que, con finalidad mercantil, intente encarecer tanto la inteligencia como la moral de nuestro pueblo.
EL NUEVO CANCIONERO acoge en sus principios a todos los artistas identificados con sus anhelos de valorar, profundizar, crear y desarrollar el arte popular y en ese sentido buscará la comunicación, el diálogo y el intercambio con todos los artistas y movimientos similares del resto de América. Apoyará y estimulará el espíritu crítico en peñas, y organizaciones culturales dedicadas a la difusión de nuestro acervo, para que el culto por lo nuestro deje de ser una mera distracción y se canalice en una comprensión seria y respetuosa de nuestro pasado y nuestro presente, mediante el estudio y el diálogo formativo de nuestras juventudes.
EL NUEVO CANCIONERO luchará por convertir la presente adhesión del pueblo argentino hacia su canto nacional, en un valor cultural inalienable. Afirma que el arte, como la vida, debe estar en permanente transformación y por eso, busca integrar el cancionero popular al desarrollo creador del pueblo todo para acompañarlo en su destino, expresando sus sueños, sus alegrías, sus luchas y sus esperanzas.
Manifiesto Fundacional del Nuevo Cancionero.
Mendoza, 11 de febrero de 1963.
Mercedes Sosa guiará toda su vida artística por los principios del Nuevo Cancionero, venciendo a menudo arraigados prejuicios artísticos, culturales e ideológicos. De allí proviene la selección rigurosa de sus canciones para que tuvieran un fundamento y un fuerte vínculo con lo popular, la apertura constante a jóvenes autores y formas musicales, el intenso diálogo con el rock nacional, el tango y el pop, así como la dimensión latinoamericana de su arte.

Imágenes
Imágenes

File:Mercedes Sosa -La voz de la zafra -1962.jpg
        Portada de su primer álbum en 1961

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                   Portada del álbum lanzado en 1965

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           Mercedes Sosa, Felix Luna y Ariel Ramirez 

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              Mercedes Sosa y Armando Tejada

viernes, 3 de agosto de 2012

Lules

En Tucumán encontramos muchos lugares que podemos recorrer en nuestro viaje, lugares urbanizados que cuentan con gran variedad de atracciones, como shows, bares, sitios de entretenimiento, museos, y demás; tanto como podemos encontrar sitios no urbanizados, de menor extensión, con pequeñas poblaciones, pero llenos de historia, cultura y paisajes que solo pueden brindarnos lugares tales, permitiéndonos dejar la mente y el alma al libre vuelo llenándonos de reflexiones y experiencias que marcaran nuestras vidas demostrándonos que aquellos sitios que quizá no tengan la tecnología de las grandes ciudades ni sus extensiones ni sus mismas atracciones, pueden darnos momentos que solo allí encontraremos, conociendo personas con valores y estilos de vidas que diferentes a los nuestros, personas que ven mas allá de las luces o deslumbramientos de otorgan las grandes ciudades, fijando su vista y su modo de pensar en la pequeñas cosas, en aquellas cosas imperceptibles a los ojos, pero perceptibles al alma...
Este es el caso de La Bomba de  Lules, ubicado dentro de San Isidro de Lules...un lugar históricamente mágico poseedor de grandes historias y oportunidades de destacadas experiencias.



Ubicacion
La ciudad de San Isidro de Lules se encuentra ubicada a 20 km. al sudoeste de la capital de San Miguel de Tucumán.
Se llega a ella por medio de la ruta 301, y la ruta 321 la une con la autopista a Tucumán-Famaillá. Esta emplazada casi en el centro de la provincia, convirtiéndola en un paso obligado, hacia las ciudades más importantes de Tucumán


Su Historia
Desde la actual ruta 38, una avenida de árboles conducía al paraje llamado popularmente "La Bomba ?i Lules" -sin duda en alusión a la antigua toma de agua- poco antes del puente sobre el río homónimo. Siguiendo la avenida, entre cañaverales, se llegaba al desaparecido ingenio Lules.

Fue fundado inicialmente como curtiembre en 1877, por el célebre industrial francés Clodomiro Hileret (1852-1909), en sociedad con su compatriota Juan B. Dermit. Dos años más tarde se convirtió en fábrica azucarera. Se bajó a hachazo limpio todo el monte, para dar lugar a los cañaverales que alimentarían el ingenio, equipado con las flamantes máquinas a vapor. En 1881, Hileret compró la parte de su socio.

El ingenio no sólo fue obteniendo cada vez moliendas más significativas, sino que Hileret le incorporó un vasto huerto, llamado "El Cafetal". Se extendía desde el pie del cerro hasta las vías del tren, a través de muchas hectáreas que producían café, chirimoyas, mandarinas, bananas, caquis, hortalizas y legumbres. Según Emilio Schleh, en 1910 se calculaba que salían por año unas 6.000 canastas de cada variedad rumbo a Buenos Aires.

En 1899, "La Bomba" tenía 1.200 hectáreas con caña, y estaba en el doceavo lugar, por su capacidad de molienda, entre las 27 fábricas. Pero Hileret ya venía concentrando los esfuerzos en su otro ingenio, el monumental Santa Ana. Resolvió entonces cerrar el ingenio Lules, manteniendo y acrecentando los cañaverales para que los moliera el coloso de Río Chico. También mantuvo y aumentó la capacidad de "El Cafetal".

Así concluyó su ciclo el ingenio Lules, transformado en importante finca cañera. La fábrica fue demolida y, en las décadas finales del siglo XX, también la gran casa de dos plantas de Hileret. 
 También se caracterizo por el  dejo en misterio que rodeaba su vida alrededor de excentricidades e historias con personajes populares como el llamado "Familiar"


Circuito
Por sus características responde perfectamente a un Turismo Eco - Cultural, esto hace que su demanda este compuesta de diversos atractivos que unidos contribuyen la base de la ciudad como destino.

Nuestro circuito comienza sobre la R.P. 301 con Las Ruinas Jesuíticas de San José de Lules en este lugar el visitante se encontrará con reminiscencias de nuestros antepasados indígenas y con el testimonio de la evangelización, realizada en el siglo XVII por los Jesuitas y continuada luego en 1767 por la Orden Dominica.
Los Jesuitas poseían una escuela, una fábrica de carretas, jabón, sombreros y carpintería, cabe destacar que fue aquí donde se introdujo por primera vez el cultivo de la caña de azúcar en la provincia de Tucumán, actividad que luego fue perfeccionada por el Obispo Colombres. El 7 de junio 1944 fueron declaradas Monumento Histórico Nacional.

Siguiendo nuestro recorrido hacia el sur, llegamos a Ingenio Lules, lugar renombrado en el cancionero popular como La Bomba i Lules, por una bomba de agua que abastecía a los pobladores, es aquí donde se conservan los restos del Ingenio Lules

Antes de ingresar a la ciudad, un lugar interesante por conocer es El Oratorio, llamado así por el Oratorio a San Antonio de Papua que se encuentra en el lugar. Este Oratorio, perteneciente a la familia Padilla, está estrechamente ligado a la historia y a la construcción de nuestro país, es en este lugar y en esta familia donde el General Belgrano encontró apoyo en lo que fue la batalla del Campo de las Carreras, conocida también como Campo de la Tablada o la Ciudadela, convirtiendo a Don Manuel Pérez de Padilla en un vecino destacado en la Revolución de Mayo y la Independencia. 

Ya dentro de la ciudad, se puede visitar La Iglesia Fundacional, es el primer edificio público de nuestra ciudad, fue construida en 1851. Esta iglesia es la piedra fundamental en la reconstrucción de la historia de Lules y eterna morada de quien fuera el fundador de esta ciudad, el presbítero Zoilo Domínguez (1816-1865).
Cuenta la historia narrada, por el Dr. Eliseo Cantón, sobrino del Padre Zoilo, que... "yendo este a caballo desde Famaillá, su parroquia, hasta la capital de Tucumán, lo detuvo un amanecer precioso frente a la quebrada de Lules, y pensó inmediatamente construir allí una Villa Veraniega..."
El 20 de noviembre de 1851, pide autorización al obispado, para construir un oratorio público en honor a San Isidro Labrador en homenaje a los agricultores. "La licencia se concede al día siguiente, con la condición de tener el oratorio con la puerta abierta al público, y que no haya comunicación alguna, tránsito o ventana del oratorio a la casa...".
En sus comienzos fue Construida una capilla y una casa de altos con estilo español. Al deteriorarse con el paso del tiempo la casa de altos fue reconstruida con un estilo clásico.
La iglesia estuvo cerrada durante 65 años, porque se pensó que las cenizas del Dr. Eliseo Cantón, sobrino del fundador de la ciudad, y quien fuera cremado, estaban enterradas en la cripta de la familia, este hecho provocó la reacción de las autoridades eclesiásticas, puesto que la Santa Sede no admitía las cremaciones, por lo tanto no podía ser enterrado en la citada iglesia.
El 19 de diciembre de 1997, la Iglesia Fundacional fue declarada Monumento Histórico Provincial.
Hacia el Oeste de la ciudad a solo unos 4 km, se encuentra La Quebrada de Lules, enmarcada por las Sierras de San Javier y Yerba Huasi, posee alturas estimadas de 800 a 1.000 mts. s.n.m. en medio de ambas corre el Río Lules.
La Quebrada de Lules, fue fuente de inspiración de poetas como Atahualpa Yupanqui, que la inmortalizaron en canciones que recorrieron el mundo entero.
Durante el verano recibe a miles de visitantes los fines de semana, quienes pasan momentos de esparcimiento en el lugar o simplemente admiran la naturaleza. Allí también se desarrollan las mas importantes carreras de Mountain Bike de nuestra provincia, y diariamente es concurrida por quienes realizan actividades deportivas al aire libre.
A escasos 500 mts de sus cerros, se encuentra el Balneario municipal "La Quebrada", extendido a la vera del Río Lules, en una superficie de 1,5 has. Cuenta con 3 piletas equipadas, baños y vestuarios, sala de primeros auxilios y más de 40 asadores con bancos, mesas y un bar.
Este lugar, de impactante belleza, cubierto por una exuberante vegetación, en cualquier estación tiene su encanto propio, ya sea en invierno el contraste del verde de las montañas coronadas por las cumbres nevadas o cuando la primavera lo va matizando de rosa y amarillo al florecer los lapachos.
Nuevamente sobre la RP 301, y siguiendo hacia en Sur, llegamos al conocido Ex Ingenio Mercedes, llevo ese nombre en honor a La Virgen de La Merced, y también coincidía con el de la esposa de Don Isaías Padilla, uno de sus fundadores.
En 1887 fue invitado a visitar el ingenio el ex presidente de la república Domingo Faustino Sarmiento, quien se intereso por la situación del trabajador, por sus familias y por el funcionamiento de la fábrica azucarera.
El lugar fue modificado a través del tiempo y en esta época contaba con un imponente chalet, un lago y casas de material para lo obreros del ingenio.
Nuestro circuito continúa hasta llegar a La Reducción, en este lugar se encuentra un Santuario dedicado en honor a La Virgen del Valle, según la leyenda popular fue encontrada el 26 de Noviembre de 1923 por un labrador, en la finca del Sr. Felipe Auvieux.
Cada 8 de diciembre, es visitada por miles de feligreses constituyendo la manifestación Mariana de mayor convocatoria en la provincia de Tucumán.
Próximo al santuario se encuentra el Ingenio Viejo, que fue la primera Industria azucarera con trapiche de hierro.
En este pueblo, el escritor Edmundo D'Amicis utilizo como punto de desenlace el cuento titulado De Los Apeninos a Los Andes, del libro corazón de 1886, que fue traducido a 40 lenguas.
Es justamente así como una de sus aventuras (la que cuenta en este cuento) se lleva a cabo en nuestra provincia en este pequeño lugar llamado Ingenio Viejo de la Reducción de Lules, y cuyo nombre a travéz de este libro a recorrido el mundo, tal es así que el periodista de Tokio, Japón, Fumio Togashi como también un medico urólogo de Milán, Italia, Augusto Rippa hayan decidido venir a Tucumán a conocer el lugar donde el joven Marcos encontrara definitivamente a su madre.
En septiembre de 1958 los residentes italianos colocaron una placa de mármol en la vieja casona del ex ingenio, con la siguiente leyenda: "... A Edmundo D' Amicis, autor inmortal de "Corazón", en el cincuentenario de su desaparición, la colonia italiana de Tucumán dedica en recuerdo del pequeño Marcos, héroe del cuento de los Apeninos a los Andes..." que en este ingenio encontró y salvo a su madre querida. Septiembre de 1958".
                                                                                                                                                                
Características
La riqueza de su suelo a transformado a Lules en una de las regiones más importante del país en la producción de la frutilla. Permitiendo además el desarrollo de cultivos como arándanos, tomates, pimientos, hortalizas de campo, cítricos y caña de azúcar, su desarrollo industrial se manifiesta en la producción de jugos naturales, textiles, papel, golosinas, derivados del maíz y frutas congeladas.
Esta tierra, llena de misterios y tradición, constituida por un crisol de razas, que marcan cada una de las etapas histórica de su evolución, cautiva a quien la conoce, por la combinación de su belleza natural y cultural.



Imágenes


Foto Ampliada
  Casa de Clodomiro Hileret, La Bomba de Lules (1983)





                   Camino a la Quebrada de Lules

                                       Peatonal

                          Túnel Quebrada de Lules

                              Ruinas Jesuiticas

                             Plantaciones de Frutillas

                            Ruinas de la Iglesia de Lules