sábado, 27 de octubre de 2012

Mitos y Leyendas de Tucumán

Muchas historias conforman el folklore de Tucumán, lo llenan de explicaciones y modos de ver los acontecimientos y objetos que tuvieron lugar en a lo largo del tiempo. La mayoria estan influenciadas por las ideologias y pensamientos de los lugarenios, por eso en ellas es notable, a pesar de que los hechos sean narrados en lugares concurridos diariamente por las personas, que tornen un aspecto maravilloso o irreal. A pesar de que sean tomadas por falsas historias, para algunos son vistas como ciertas y forman parte de modo de pensar, es asi que grupos de personas colman las guitarriadas con el  relato de leyendas y mitos, y de este modo las trasmiten oralmente de generacion en generacion. 
Se pueden encontrar muchas historias que tuvieron su origen en la antiguedad y aun asi continuan circulando, es el caso de la leyanda de la carreta fantasma, la cual cuenta que...


Leyenda de la Carreta Fantasma
Muchas y curiosas leyendas provincianas recogió Tobías Rosenberg en "Palo 'i chalchal. Supersticiones, leyendas y costumbres del Tucumán", libro editado en 1936 por la Sociedad Sarmiento. Entre ellas está la de "La carreta fantasmas" o "La carreta de Tucumán". 
Se decía que, a comienzos del siglo XX, cierta mañana apareció muerto a puñaladas, en el interior de su carreta, un tropero conocido por su maldad y su falta de escrúpulos. No tenía familia y lo enterraron sin ceremonia alguna. En cuanto a la carreta, quedó abandonada muchos años en un baldío de calle General Paz.
Sobre esa carreta, dice Rosenberg, "se tejieron los más espeluznantes relatos". La gente decía que, por las noches, "el ruido de sus ruedas rompía la quietud provinciana de nuestra ciudad, para llevar a todos los espíritus un no sé qué de angustia y de miedo". Esta carreta era considerada como un auténtico "anuncio de muerte". Todos decían haberla visto, pero "nadie sabía relatar su paso".
Un señor de apellido Córdoba, que vivía en calle Alsina (hoy Las Heras) al 500, decidió quedarse despierto para ver la carreta. La familia lo encontró tirado en el suelo, herido y con los ojos desencajados por el miedo. Sobrevivió tres meses. 
Se decía que antes de morir, narró a sus allegados que esa noche fatal, apenas pasadas las doce, vio venir por la calle "una carreta tirada por espectros", que "por toda carga llevaba un cajón, dentro del cual se veía un cadáver rodeado de cirios encendidos". Al andar, las ruedas del vehículo hacían "un ruido de ultratumba, un ruido de muerte, un ruido de huesos al chocar contra el suelo en fantástico desorden".



EL BAJO. Fotografía de la avenida Sáenz Peña primera cuadra, a comienzos del siglo XX, años de apogeo de la leyenda de la carreta.
EL BAJO. Fotografía de la avenida Sáenz Peña primera cuadra, a comienzos del siglo XX, años de apogeo de la leyenda de la carreta. 

domingo, 21 de octubre de 2012

Pachamama (Parte II)



Tributo a la Pachamama (testimonio)

El mes de agosto está dedicado a la tradicional Fiesta de la Pachamama. El primer día de este mes se hace la ofrenda a la madre tierra. 
Si bien en otras épocas estas ceremonias se hacían en forma privada dentro de la comunidad, en la actualidad se han abierto a quienes deseen conocer sus ritos; quizás una manera de que se comprendan sus hábitos y se evite la discriminación. 
Tuvimos la oportunidad de estar presentes ese día y nos dirigimos al lugar de la ofrenda. En un terreno elevado, con las banderas argentina y de las comunidades aborígenes, un grupo no muy numeroso explicó el orgullo que sentía por los valores culturales recibidos de sus mayores. 
El cacique nos explicó que las familias disponen de un lugar en sus casas para realizar el homenaje a la Pachamama. En un pozo previamente cavado, se colocan los regalos que se componen de sus comidas favoritas: chicha, coca, vino, maiz, quínoa, semillas, frutos, etc. Ese acto es una ofrenda por los bienes recibidos de la tierra y una rogativa por los que se espera entregará durante el próximo año. 
A continuación, se come, se bebe y se festeja con música y coplas. Nadie falta a esta cita. Mayores y niños de todas las edades se hacen presentes en el lugar. La celebración se extiende durante una semana y se realizan encuentros de comadres, feria artesanal, baile con bandoneón, guitarra y bombo. Reciben la visita de conjuntos folklóricos del Noroeste y todo es fiesta. Se elige a la representante de la madre tierra entre las ancianas de mayor edad. 
En el mes de febrero, durante las fiestas de Carnaval, también se realizan honras a la Pachamama similares a las del mes de agosto.


Imágenes

Fiesta de la Pachamama en Tucumán
Ritual a la Pachamama


Fiesta de la Pachamama en Tucumán
Ritual a la Pachamama



Fiesta de la Pachamama en Tucumán

sábado, 13 de octubre de 2012

Fiesta de la Pachamama (Parte I)

Tucumán se caracteriza por su rica cultura, la cual no solo los representa  a los tucumanos sino que es la cultura que describió, describe y seguirá describiendo a todos los argentinos. Las tradiciones que afloraron en épocas coloniales e incluso antes, siguen vigentes hoy en día  claro esta que no todas ellas siguen siendo practicadas, pero a pesar del avance de la tecnología y aparición de nuevos influyentes en la sociedad, algunas tradiciones o costumbres continúan siendo llevadas a cabo por los tucumanos.
Una de las tantas maneras de representar o de dar tributo a aquellas cosas o acciones que marcaron nuestra historia o que simplemente comenzaron a formar parte de ella, son las fiestas o festivales.
Los Festivales suelen asociarse solo con un espectáculo o con alguna atracción  este pensamiento no se encuentra del todo erróneo  sino que abarca mas allá de eso, son encuentros de personas que se unen para conmemorar a algo o a alguien, personas que comparten un mismo sentimiento: el amor a sus raíces y orgullo de mostrar ante una sociedad las costumbres o creencias que poseen y que a la vez los identifica como argentinos...
Este es el caso de la Fiesta de la Pachamama, para muchos un mito o un resultado de la falta de conocimiento de los antepasados, para los tucumanos y muchos mas de nosotros: una parte muy importante de nuestra cultura y un legado ideológico de nuestros antecesores...

Es el principio explicativo fundamental en la cosmovisión de los pueblos originarios andinos, en América del Sur. Pachamama o pacha (del aimara y quechua pacha: tierra y también "mundo", "cosmos" ; mama: madre -es decir "Madre Tierra" ) es el núcleo del sistema de creencias y de actuación ecológico-social entre los pueblos indígenas de los Andes Centrales de América del Sur.



Pachamama


La divinidad Pachamama (madre tierra) representa a la Tierra, pero no sólo el suelo o la tierra geológica, así como tampoco sólo la  naturaleza; es todo ello en su conjunto. No está localizada en un lugar específico, pero se concentra en ciertos lugares como manantiales, vertientes, o apachetas. Pero es una deidad inmediata y cotidiana, que actúa directamente, por presencia y con la cual se dialoga permanentemente, ya sea pidiéndosele sustento o disculpándose por alguna falta cometida en contra de la tierra y todo lo que nos provee.
No es una divinidad creadora sino protectora y proveedora; cobija a los hombres, posibilita la vida y favorece la fecundidad y la fertilidad. A cambio de esta ayuda y protección, el pastor de la Puna Meridional está obligado a ofrendar a la Pacha parte de lo que recibe, no sólo en los momentos y sitios predeterminados para el ritual sino, particularmente, en todos los acontecimientos culturalmente significativos, configurándose así una suerte de reciprocidad". Sin embargo se la considera asimismo con una faz negativa: la Pachamama tiene hambre frecuente y si no se la nutre con las ofrendas o si casualmente se la ofende, ella provoca enfermedades.


Historia de su culto

Los quechuas, los aymaras y otras etnias de la región andina, realizan ancestralmente ofrendas en su honor, sacrificando camélidos para derramar su sangre. Entre otros objetos se ofrecen hojas de coca, conchas marinas mullu y sobre todo el feto de la llama, según una creencia para fertilizar la tierra sin que faltara jamás la cosecha, este tipo de ofertorio suele llamarse en los Andes centromeridionales "corpachada".
La Pachamama, más las deidades Mallku y Amaru, conforman la trilogía de la percepción aimara sociedad - naturaleza; y sus cultos son las formas más antiguas de celebración que los aimaras realizan en la actualidad. Con la invasión de los españoles y la persecución de las religiones nativas (llamada en esa época "extirpación de idolatrías), la deidad Pachamama producto del sincretismo, comenzó también a ser muchas veces a través de la Virgen María.
Actualmente se mantiene y conserva el sistema de creencias y rituales relacionados con la Pachamama, practicada principalmente por las comunidades quechuas y aimaras, y otros grupos étnicos que han sufrido la influencia quechua-aymara, en las áreas andinas de Ecuador, Perú y Bolivia, pero también en el norte de Chile, y en el norte de Argentina. A través de los migrantes, se ha hecho conocida en otros lugares, y se ha expandido a numerosas ciudades y grandes metrópolis modernas como Buenos Aires, por este motivo se puede ver ocasionalmente en tal ciudad (especialmente en los 1990s y a inicios del presente siglo) a gente que, por ejemplo, vuelca un poco del vino o la cerveza que está por beber diciendo: "antes para la pacha".al realizar el ritual en el hogar por primera vez se debe realizar todos los años de no hacerlo se dice que se acaba la buena suerte y los alimentos que provee.


Ritual

El ritual central de la Pachamama o fiesta de la Madre Tierra es la challa o pago, que como ya se ha mencionado implica un acto de reciprocidad. Aunque se ha popularizado el primer día del mes de agosto como día principal para su realización, de hecho se lo practica durante todo el mes, y en muchos lugares también el primer viernes de cada mes. Las ceremonias están a cargo de personas ancianas o de mayor autoridad moral dentro de cada comunidad. En el caso del pueblo aimara esta persona recibe el nombre de 'yatiri'. También se realizan ceremonias a la Pachamama en ocasiones especiales, como al partir de viaje o al pasar por una apacheta. Según Mario Rabey y Rodolfo Merlino, antropólogos argentinos que han estudiado la cultura andina desde la década de 1970 a la de 1990, "el ritual más importante es el "challaco". Challaco es una deformación de los vocablos quechua 'ch'allay' y 'ch'allakuy', que se refieren a la acción de rociar insistentemente (Lira 1941: 160 y 161); en el lenguaje corriente de los campesinos del sur de los Andes Centrales, la palabra 'challar' se usa como sinónimo de 'dar de comer y beber a la tierra'. El challaco, tal como se practica en la zona estudiada (Merlino y Rabey 1983: 153-155 ), abarca una compleja serie de pasos rituales que comienzan en las viviendas familiares la noche de la víspera, durante la cual se cocina una comida especial, la tijtincha, y que culminan en un ojo de agua o la toma de una acequia donde se realiza el ritual principal a la Pachamama, con una serie de ofrendas que incluyen comida, bebida, hojas de coca y cigarros" (Rabey y Merlino 1988 ).
La religión centrada en la Pachamama se practica en la actualidad en forma paralela al cristianismo, al punto tal que muchas familias son simultáneamente cristianas y pachamamistas. En Perú, especificamente en Puno, la Pachamama es identificada con la Virgen de la Candelaria.




domingo, 7 de octubre de 2012

Lola Mora (Obras)

Los relieves de la Casa Historica de Tucumán (1904)



Las obras fueron encargadas a Lola Mora por el Gobierno Nacional con motivo de la completa remodelación de la Casa Histórica de Tucumán.
Los relieves que se encuentran en la Casa de Tucumán son dos: uno representa  el 25 de mayo de 1810 en los balcones del Cabildo de Buenos Aires;  el otro conmemora la Declaración de la Independencia en Tucumán el 9 de Julio de 1816 en el interior del Congreso de Tucumán.
Deben destacarse el cuidadoso estudio de fisionomías y atuendos, lo que refleja la seriedad y el profesionalismo de la escultora.
Tanto por las dimensiones como por la calidad de su ejecución, estas piezas de bronce constituyen ejemplos casi únicos en su género, en Argentina.


El Relieve del 25 de Mayo


En cuanto a los personajes, este relieve revela un mosaico de tipos porteños del momento, tanto personajes de abolengo como integrantes del pueblo. Todos ellos forman grupos que enriquecen la composición y contribuyen a romper con el acartonamiento del relato histórico convencional. 

Además, es muy significativa la figura del balcón en el 1800. La vida era muy intimista, todo transcurría en el interior de las casas, y los balcones eran un contacto con el mundo exterior. Todo lo que pasaba, pasaba por la Plaza, de modo que estos dos espacios eran fundamentales.

Compositivamente, la obra presenta una brusca perspectiva del Cabildo en su lado derecho, mientras que el lado izquierdo muestra una profusión de personajes; por lo que tenemos a la derecha una marcada diagonal y a la izquierda una horizontal.

En superficies tan angostas las perspectivas suelen ser bruscas; la mayoría de los bajorrelieves son conmemorativos por lo que el artista tiene que decir mucho en un espacio relativamente acotado y ésta es la solución a ese desafío. A su vez, esta diagonal le proporciona dinamismo a la composición. 



Relieve del 9 de Julio


A diferencia del anterior, el relieve del 9 de Julio muestra un espacio interior en el que se puede ver el mobiliario de la época. El trabajo del cortinado da cuenta de la maestría de la autora. 

En cuanto a la composición, es más simple que la anterior, con una horizontal dominante que es interceptada por los personajes de la derecha que cortan la monotonía gracias a la perspectiva del escritorio.

Un dato de color lo proporciona la licencia artística que tomo Lola Mora, al dotar a una de los congresales retratados, con la figura de Julio Argentino Roca, su protector y mecenas.



Imágenes